miércoles, 13 de noviembre de 2013

Anécdota 2ª parte por Aida, Mar , Álvaro y Elena.

El ruido misterioso

Un día hace 2 años en una oscura y cálida noche se escuchó un ruido espantoso fuera de mi casa. No sabía muy bien que ruido era, bueno más bien era como un terrible gruñido  de una fiera, no podía reconocer si era de un león, un tigre o un leopardo. No sabía qué  hacer, estaba aterrorizada abrazada a mi madre y a mi hermano. 

Mi padre miró por la mirilla de la puerta de la entrada de nuestra casa para ver si se veía algo, pero nada de 
nada. Se escuchaba mucho el ascensor, diría yo que demasiado. Mi padre abrió la puerta  un poco para comprobar qué era lo que pasaba, si había algún animal en la escalera y de  repente escuchamos el sonido más fuerte, y rápidamente cerró la puerta. Llamamos por  teléfono a nuestra vecina Maricarmen (que vive debajo de nuestro piso) porque es de nuestra confianza, ella nos dijo que también lo escuchaba, estaba aterrorizada y tampoco  sabía de donde procedía el sonido y qué es lo que lo provocaba. 

También nos contó que  ella había llamado por teléfono a su sobrino Gonzalo preocupada por sus nietos Gonzalo y  Victoria porque suelen jugar en el jardín de la urbanización en que vivimos. Dejó de haber  ruido y nos animamos todos juntos a salir de la casa y vimos que era un gato maullando  junto a un megáfono que Adela, la vecina de enfrente dejó olvidado en el suelo delante de su casa.

Mi madre...


Un día mi madre,mi padre,mi primo,mi hermano y yo fuimos ha Alemania con una auto caravana  (es como una casa coche) donde veíamos tele,jugábamos,dormíamos,comíamos... 
En fin nos lo pasábamos genial.

Allí fuimos a Frankfurt una (ciudad de Alemania) y visitamos el centro,un centro comercial muy famoso que hay allí etc....

 Por entonces era de noche yo tenia 6 años  y mi madre... ¡Mi madre da igual! ^_^ Ninguno sabíamos hablar alemán así que mi madre, mi primo y mi hermano dijieron de  hablar en inglés ya que sabián hablar un poquito de inglés.

Cuando ibamos en la auto caravana mi madre y mi padre ivan conduciendo y mi primo,mi hermano y yo ibamos viendo la tele y los paisajes...

Ya llegabamos al camping  y todos teníamos muchísima hambre así que paramos a comer.

Allí habían unas superhimegagrandotas salchicas y cuando lo vimos ya nos entro un hambre que no veas, así que mi  madre iba a pedir unas salchicas pero no se acordaba como se decia en inglés así que dijo... “SALCHICHEN”

Todos nos empezamos a reir hasta las camareras :) Al final mi primo se acordo pero mi madre paso muchísima vergüenza.


Thomas Edison

Nadie en su escuela habría dicho que Thomas Edison iba a convertirse en uno de los grandes  genios del siglo XX. De hecho, sus profesores creían que el muchacho tenía una inteligencia 
limitada, ya que le costaba asimilar sus enseñanzas. 

El problema era su sordera por la escarlatina. Toda su vida cambió a los doce años. Salvó la vida del hijo del jefe de estación de  policía de su ciudad. Edison vio como el niño que jugaba en las vías, iba a ser arrollado por  un tren y se lanzó sobre él, le tiró y le cubrió con su cuerpo mientras el tren pasaba a escasos  milímetros de ellos. 

Por ello fue recompensado con un curso de telegrafía fue el principio de  su carrera como inventor.

Anécdota familiar.

Os voy a contar una anécdota muy divertida que le ocurrió a un familiar mío.

 Cuando un primo de mi padre cumplió los dieciocho años decidió sacarse el carnet de 
conducir. El día del examen práctico, estaba muy, pero que muy nervioso. Ese dia se 
examinaban con él otras cuatro personas, y a él le tocó ser el último de esos cuatro. 

Por cada persona que hacia el examen, más intranquilo se ponía. Pasó un largo rato y 
finalmente le tocó a él. Se subió al coche y empezó a colocar bien el espejo retrovisor 
de dentro, y los retrovisores de fuera, reguló la distancia del asiento y después de un 
tiempo, terminó. Se puso el cinturón de seguridad. El examinador, le dijo a mi primo:

-“ Bueno, salga usted” 

-“como usted diga”, le respondió.

¿Y sabéis lo que hizo mi primo?

Se quito el cinturón y se bajó del coche. 

El examinador se quedo con la boca abierta del asombro y con los ojos como platos 
porque él esperaba que empezara a conducir el coche.

Mi primo se puso rojo como un tomate de la vergüenza; el pobre pensaba que tenía 
que salir del coche porque había hecho algo mal y que le habían suspendido.

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