Un día hace 2 años en una oscura y cálida noche se escuchó un ruido espantoso fuera de mi casa. No sabía muy bien que ruido era, bueno más bien era como un terrible gruñido de una fiera, no podía reconocer si era de un león, un tigre o un leopardo. No sabía qué hacer, estaba aterrorizada abrazada a mi madre y a mi hermano.
Mi padre miró por la mirilla de la puerta de la entrada de nuestra casa para ver si se veía algo, pero nada de
nada. Se escuchaba mucho el ascensor, diría yo que demasiado. Mi padre abrió la puerta un poco para comprobar qué era lo que pasaba, si había algún animal en la escalera y de repente escuchamos el sonido más fuerte, y rápidamente cerró la puerta. Llamamos por teléfono a nuestra vecina Maricarmen (que vive debajo de nuestro piso) porque es de nuestra confianza, ella nos dijo que también lo escuchaba, estaba aterrorizada y tampoco sabía de donde procedía el sonido y qué es lo que lo provocaba.
También nos contó que ella había llamado por teléfono a su sobrino Gonzalo preocupada por sus nietos Gonzalo y Victoria porque suelen jugar en el jardín de la urbanización en que vivimos. Dejó de haber ruido y nos animamos todos juntos a salir de la casa y vimos que era un gato maullando junto a un megáfono que Adela, la vecina de enfrente dejó olvidado en el suelo delante de su casa.
Mi
madre...
Un
día mi madre,mi padre,mi primo,mi hermano y yo fuimos ha Alemania con
una auto caravana (es como una casa
coche) donde veíamos tele,jugábamos,dormíamos,comíamos...
En fin nos lo pasábamos genial.
Allí
fuimos a Frankfurt una (ciudad de Alemania) y visitamos el centro,un centro
comercial muy famoso que hay allí etc....
Por
entonces era de noche yo tenia 6 años y
mi madre... ¡Mi madre da igual! ^_^ Ninguno sabíamos hablar alemán así que mi
madre, mi primo y mi hermano dijieron de
hablar en inglés ya que sabián hablar un poquito de inglés.
Cuando
ibamos en la auto caravana mi madre y mi padre ivan conduciendo y mi primo,mi
hermano y yo ibamos viendo la tele y los paisajes...
Ya
llegabamos al camping y todos teníamos
muchísima hambre así que paramos a comer.
Allí
habían unas superhimegagrandotas salchicas y cuando lo vimos ya nos entro un hambre que no veas, así que mi madre iba
a pedir unas salchicas pero no se acordaba como se decia en inglés así que
dijo... “SALCHICHEN”
Todos
nos empezamos a reir hasta las camareras :) Al final mi primo se acordo pero mi
madre paso muchísima vergüenza.
Thomas Edison
Nadie en su escuela habría dicho que Thomas Edison iba a convertirse en uno de los grandes genios del siglo XX. De hecho, sus profesores creían que el muchacho tenía una inteligencia
limitada, ya que le costaba asimilar sus enseñanzas.
El problema era su sordera por la escarlatina. Toda su vida cambió a los doce años. Salvó la vida del hijo del jefe de estación de policía de su ciudad. Edison vio como el niño que jugaba en las vías, iba a ser arrollado por un tren y se lanzó sobre él, le tiró y le cubrió con su cuerpo mientras el tren pasaba a escasos milímetros de ellos.
Por ello fue recompensado con un curso de telegrafía fue el principio de su carrera como inventor.
Anécdota familiar.
Os voy a contar una anécdota muy divertida que le ocurrió a un familiar mío.
Cuando un primo de mi padre cumplió los dieciocho años decidió sacarse el carnet de
conducir. El día del examen práctico, estaba muy, pero que muy nervioso. Ese dia se
examinaban con él otras cuatro personas, y a él le tocó ser el último de esos cuatro.
Por cada persona que hacia el examen, más intranquilo se ponía. Pasó un largo rato y
finalmente le tocó a él. Se subió al coche y empezó a colocar bien el espejo retrovisor
de dentro, y los retrovisores de fuera, reguló la distancia del asiento y después de un
tiempo, terminó. Se puso el cinturón de seguridad. El examinador, le dijo a mi primo:
-“ Bueno, salga usted”
-“como usted diga”, le respondió.
¿Y sabéis lo que hizo mi primo?
Se quito el cinturón y se bajó del coche.
El examinador se quedo con la boca abierta del asombro y con los ojos como platos
porque él esperaba que empezara a conducir el coche.
Mi primo se puso rojo como un tomate de la vergüenza; el pobre pensaba que tenía
que salir del coche porque había hecho algo mal y que le habían suspendido.
Anécdota familiar.
Os voy a contar una anécdota muy divertida que le ocurrió a un familiar mío.
Cuando un primo de mi padre cumplió los dieciocho años decidió sacarse el carnet de
conducir. El día del examen práctico, estaba muy, pero que muy nervioso. Ese dia se
examinaban con él otras cuatro personas, y a él le tocó ser el último de esos cuatro.
Por cada persona que hacia el examen, más intranquilo se ponía. Pasó un largo rato y
finalmente le tocó a él. Se subió al coche y empezó a colocar bien el espejo retrovisor
de dentro, y los retrovisores de fuera, reguló la distancia del asiento y después de un
tiempo, terminó. Se puso el cinturón de seguridad. El examinador, le dijo a mi primo:
-“ Bueno, salga usted”
-“como usted diga”, le respondió.
¿Y sabéis lo que hizo mi primo?
Se quito el cinturón y se bajó del coche.
El examinador se quedo con la boca abierta del asombro y con los ojos como platos
porque él esperaba que empezara a conducir el coche.
Mi primo se puso rojo como un tomate de la vergüenza; el pobre pensaba que tenía
que salir del coche porque había hecho algo mal y que le habían suspendido.
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